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Mediante la técnica de liposucción se realizará la extracción de tejido graso (emulsión y aspiración de la grasa) de aquellas zonas donde está en exceso, y que no mejoran tras dietas o ejercicio, afeando la figura.

Este tratamiento se realiza sin dejar cicatrices visibles, y el tejido graso extirpado podrá ser utilizado para aportar volumen en otras zonas corporales o faciales en que se desee, esculpiendo así un nuevo contorno corporal, más armonioso, lo que conocemos como lipofilling.

La lipoescultura o liposucción es una técnica quirúrgica que permite remodelar el contorno del cuerpo, extrayendo los acúmulos exagerados de grasa que se encuentran en el panículo adiposo, en zonas determinadas del organismo. Estos acúmulos son lo que llamamos científicamente lipodistrofia.

La liposucción no es un sustituto de la dieta o del ejercicio físico, y por tanto no constituye un tratamiento de la obesidad.

Las personas en las que se pueden obtener mejores resultados con la liposucción, son aquellas cuyos acúmulos son más circunscritos y sobre todo en las que la piel tiene buena elasticidad. Esto permite una buena readaptación de la piel al nuevo contorno del cuerpo. Cuando la piel es fláccida, estriada o inelástica, la readaptación es peor y puede requerir otros procedimientos quirúrgicos asociados, para lograr un resultado satisfactorio.

La grasa que se acumula en las zonas lipodistróficas, especialmente en las caderas de las mujeres (cartucheras), es una grasa que no está en relación con el estado nutricional de la mujer y se debe sin embargo a motivos hereditarios familiares y a efectos hormonales. Esto significa que estas cartucheras pueden encontrarse tanto en mujeres obesas como en mujeres delgadas y no aumentan ni disminuyen, de forma importante, con los cambios de peso o la realización de una dieta alimenticia. De hecho hay muchas mujeres que son delgadas de cintura para arriba, pero que presentan grandes acúmulos lipodistróficos de cintura para abajo.

Una mujer con lipodistrofia de caderas, cuando adelgaza, pierde grasa del resto del cuerpo antes de notar disminución de las cartucheras, que incluso pueden permanecer inalterables hasta llegar a una delgadez extrema. Ello hace que la liposucción sea un tratamiento ideal para este tipo de problemas, ya que elimina directamente el acúmulo graso, y además, este no se vuelve a reproducir aunque se aumente de peso, puesto que este tipo de grasa, no está en relación directa con la nutrición.

Valoración inicial

El propósito de todas las intervenciones de cirugía plástica-estética, es mejorar su apariencia tanto como sea posible, actuando sobre aquellas áreas que deslucen la misma y dejando los aspectos positivos de su fisonomía sin alterar. Trabajamos sobre la base de buscar la mejoría, no la perfección. Los procedimientos quirúrgicos estéticos, no son mágicos; están encaminados a mejorar aspectos específicos de su apariencia, pero sólo pueden hacer esto. El éxito de cualquier intervención estética, depende en gran medida de la comunicación previa médico-paciente.

Durante la consulta, después de examinar la configuración de las áreas que le preocupan y las características de su piel, grasa y músculos adyacentes a la zona, trataremos de aclararle al máximo su padecimiento, y le daremos información precisa sobre los procedimientos quirúrgicos que pueden mejorar significativamente las áreas que le preocupan. Así mismo, contestaremos cualquier duda al respecto. La decisión final será suya.

Procedimiento: Detalles sobre cirugía y anestesia

Consiste básicamente en la introducción de unas cánulas (tubos huecos), por unas de pequeñas incisiones en la piel (menores de 5 mm de longitud), que se conectan a un aparato de vacío y a través de ellas se aspira la grasa.

El tipo de anestesia necesario para realizar esta intervención, está en relación con la localización de la zona que se va a operar, la extensión de la misma, la cantidad de grasa que se prevé extraer, y con las preferencias que usted tenga.

La intervención puede ser más o menos extensa, según la cantidad de grasa acumulada y el número de zonas a tratar. Habitualmente se pueden tratar varias zonas en un sólo procedimiento quirúrgico.

Si la intervención no es extensa se puede realizar con anestesia local de la zona y sedación. Usted estará despierto pero relajado y no sentirá dolor, aunque puede notar que le tocan  y una sensación de vibración y fricción mientras el cirujano trabaja con la cánula bajo la piel.

Para procedimientos más extensos, la anestesia epidural es una excelente alternativa. Usted estará anestesiado desde la cintura hasta los pies, pero despierto y relajado. Para trabajar en múltiples zonas o en los casos en que los pacientes desean estar dormidos y “no enterarse de nada” durante la intervención, aplicamos anestesia general.

Para intervenciones más pequeñas (rodillas, papada, etc.), se puede utilizar la anestesia local exclusivamente.

Durante la intervención, se realizan unas pequeñas incisiones en la zona y se infiltra con suero frío y una sustancia vasoconstrictora, para disminuir al máximo la pérdida de sangre y fluidos. Posteriormente, se inserta una cánula, unida a un aparato que crea el vacío, y se trabaja con ella bajo la piel, rompiendo la grasa y succionándola.

Al término de la intervención se coloca una faja compresiva, ya qué no se reseca piel, y la piel de la zona que hemos vaciado de grasa tendrá que retraerse y adaptarse al nuevo contorno.

Actualmente la liposucción se puede realizar en múltiples zonas del cuerpo como son: cuello, mejillas, mentón, papada, abdomen, caderas, tobillos, brazos, espalda, muslos, rodillas, etc, y también utilizar la grasa extraída para mejorar el volumen del rostro, aumentar el pecho o los glúteos, o corregir defectos cicatriciales o postraumáticos mediante injertos de grasa autóloga.

POSTOPERATORIO: QUÉ ESPERAR TRAS LA INTERVENCIÓN

Es normal que exista un drenaje de líquido serosanguinolento durante las primeras 24 horas tras la intervención, y no debe alarmarse por ello. Manchará la faja y probablemente la cama.

Tras la intervención podrá sentir molestias en la zona operada, pero no demasiado dolor. Estas se controlan fácilmente con analgésicos habituales.

Notará sensación de acorchamiento y pérdida de sensibilidad en la piel de la zona operada, que recuperará lentamente en el transcurso de algunos meses, durante los cuales puede notar una sensación extraña al tacto, que puede resultar desagradable.

Hay que tener en cuenta que la cicatrización es un proceso gradual y que algo de inflamación residual puede persistir durante algunos meses. Es necesario que pase algún tiempo para que la piel se readapte al nuevo contorno y recupere su flexibilidad.

Deberá llevar una faja compresiva de forma continua durante los 2 primeros días, sin quitársela para nada. Posteriormente durante un periodo de unos 20 a 30 días deberá llevarla continuamente, excepto para ducharse  a diario.

A partir del 3º o 4º día, debe retornar a su actividad normal tan rápido como sea posible. las molestias postoperatorias son más intensas durante las primeras 24 horas y desaparecen rápidamente a partir de este momento.

En general, cuanto más extensa es la cirugía, cabe esperar mayor inflamación y una recuperación más lenta. Es normal  percibir un ligero acorchamiento o pérdida de sensibilidad en la zona tratada, pero casi nunca es permanente. La sensibilidad se recuperará en el plazo de semanas o meses.

Aproximadamente el 10% de los pacientes requieren procedimientos menores de liposucción o «retoques», que se suelen realizar bajo anestesia local. No se recomienda realizarlos antes de transcurridos al menos seis meses desde la cirugía anterior.

La liposucción realizada por un especialista es una técnica muy segura, que puede mejorar su aspecto y las proporciones y balance de su figura. Las molestias suelen ser mínimas y la satisfacción del paciente suele ser muy grande.

Preguntas frecuentes

La grasa subcutánea del tronco está constituida por dos capas: superficial y profunda. La primera es densa y compacta con muchos tabiques fibrosos; la segunda es más laxa, con menos tabiques y se localiza principalmente alrededor del ombligo, en la zona lumbar, glútea y cara interna de los muslos.

 En la celulitis la grasa no es distinta a la grasa cutánea común. El aspecto diferente de la celulitis se debe a la arquitectura de la grasa superficial en esas áreas. Los tabiques verticales densos separan la grasa en bolsas. Al hipertrofiarse esta (aumentar en tamaño) o relajarse la piel con la edad, los tabiques actúan como punto de anclaje a la piel. Esto da como resultado la apariencia en acordeón de la celulitis.

El cuerpo origina las células grasas en tres periodos: en el útero, en la infancia y en la adolescencia temprana. En general, tras alcanzar la madurez, el número total de estas células no aumentará. Si se extraen mediante liposucción, no serán reemplazadas por otras. Sin embargo, las células restantes  pueden aumentar de tamaño  y la masa de grasa total de la zona incrementarse ante una ingesta excesiva, por lo que es recomendable, mantener un peso más o menos estable. La única excepción a esto es la obesidad patológica en la que las células de grasa pueden ser capaces de multiplicarse.

La liposucción, conocida también como lipoplastia o lipoescultura , es resección quirúrgica del tejido adiposo con el uso de cánulas metálicas pequeñas. Aunque el primer intento se llevó a cabo en 1921, las técnicas modernas fueron desarrolladas por cirujanos como Schrudde, Fisher, Meyer e Illouz, en los decenios de 1970 y 1980.

 La liposucción da mejores resultados en el caso de depósitos grasos localizados que no responden ni  a dieta ni a ejercicio. Las áreas tratadas tienden a mantener el nuevo contorno a menos que el paciente aumente mucho de peso. Este procedimiento no se indica para la obesidad. Los pacientes con problemas médicos significativos, aquellos cuyo tono o elasticidad vascular son deficientes y aquellos que toman anticoagulantes no deben someterse a una liposucción.

 Esta solución se infiltra de manera subcutánea antes de la liposucción. Es una mezcla de suero fisiológico frío con adrenalina, lidocaína y bicarbonato. Tiene dos ventajas: un efecto anestésico secundario por el uso de lidocaína y un efecto hemostático (disminuye el sangrado) por la adrenalina. De esta manera disminuye drásticamente la pérdida de sangre durante la intervención.

En general, a pesar de eliminar grandes cantidades de grasa, la piel tiene buena elasticidad y se conformará al nuevo volumen subyacente. No obstante, en pacientes con piel poco elástica o de edad avanzada, es posible que no pueda retraerse y sea necesario asociar otro procedimiento que reseque la piel, como el lifting de muslos.

Hay dos procedimientos. En los casos de grado leve a moderado, puede ser eficaz la liposucción tradicional o asistida por ultrasonido. Si la deformidad es de grado moderado a intenso, o si el paciente tiene la piel poco elástica, puede realizarse una excisión directa o braquioplastia.

 
 
 

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