Súper conocidas por todos son las celebrities que han puesto de moda los glúteos muy pronunciados. Siendo la reina de todas ellas Kim Kardashian. La llamada “figura del reloj de arena” se lleva mucho en su versión más hiperbólica entre famosas, influencers y cantantes: cintura muy estrecha y culo rotundo con gran proyección.

Generalmente, este tipo de resultados tan llamativos se consiguen al combinar dos técnicas: implantes y lipofilling con grasa autóloga. Esto es, el implante de gran proporción se combina en los flancos que necesitan un apoyo para conseguir el gran contorno deseado con grasa obtenida tras una liposucción de la propia paciente.

Sin embargo, los resultados no tienen (y quizás no deberían, en nuestra opinión) por qué ser tan exagerados y alejados de la armonía corporal. Porque, a fin de cuentas, las modas, modas son. Y el equilibrio y la proporción son valores que permanecen intactos a lo largo de los siglos.

Si quieres unos resultados muy naturales y una recuperación cómoda, el lipofilling o relleno con grasa autóloga puede ser la solución que estás buscando para mejorar tus glúteos. Esta técnica, incluso sin la necesidad de la introducción de prótesis, puede aportar tanto volumen como un aspecto remodelado. ¿Quieres saber más sobre este procedimiento? ¡Sigue leyendo!

¿Puedo aumentar mis glúteos con la grasa que me sobra en otras zonas?

Sí. La técnica del lipofilling con grasa de la propia paciente es una técnica cada vez más extendida. Sus principales aplicaciones tienen lugar en la zona mamaria y en los glúteos. Y los resultados puede ser tan naturales y orgánicos respecto a la estructura y figura corporal de la paciente, que el nivel de satisfacción es altísimo entre las mujeres que se deciden a dar este paso.

Es muy importante tener en cuenta, como ocurre en el caso del aumento mamario con grasa autóloga, que aquellas mujeres que quieran realizarse esta intervención deben cumplir una característica fundamental. Esto es, tener lipodistrofia o excesos de grasa en otras áreas de su cuerpo.

En mujeres muy delgadas o que carezcan de acúmulos de grasa localizados no puede realizarse un lipoinjerto de estas características. Lógicamente: porque si no podemos extraer previamente grasa de otros lugares sobrantes, no tendremos materia para rellenar donde sea necesario.

Ahora bien, cumpliendo esta condición fundamental, los resultados pueden ser impecables. Imaginemos un caso muy común: una fisonomía donde hay preponderancia de grasa localizada y de difícil eliminación (allá donde la dieta y el ejercicio no producen apenas cambios significativos ni una silueta moldeada).

Generalmente, en este tipo de casos, la grasa suele acumularse en zonas antiestéticas de los muslos (como las indeseables “cartucheras”), en el abdomen o justo por encima del inicio del glúteo, en la llamada área trocantérica. Mientras que el glúteo tiene un aspecto lánguido, caído e incluso plano.

Aquí los resultados de aumento y remodelación del glúteo pueden ser altamente efectivos. Primero, extraeremos la grasa rebelde y antiestética de las áreas en las que se acumula para luego introducirla de nuevo, una vez centrifugada, en la zona de los glúteos. Contribuyendo tanto con el aumento en la franja inferior del glúteo como con la remodelación y ligera proyección. Otorgándole un aspecto rejuvenecido y un volumen atractivo en armonía con el resto del cuerpo.

¿Cuáles son las ventajas del aumento de glúteos con grasa propia?

Además del factor de naturalidad y armonía estética del que hablábamos previamente, el lipoinjerto o lipofilling con grasa autóloga es una intervención que cuenta con una característica fundamental que lo convierte en una técnica deseable: su elevado porcentaje de asimilación por parte del organismo y su bajísima tasa de rechazo.

Hablamos de nuestra propia grasa, tan solo que eliminada de un área problemática para que pase a formar parte de un lugar donde mejorará notablemente su aspecto. Asimismo, esta técnica contribuye más que positivamente con la mejora de la calidad tisular: gracias a las células madre, que nutren y regeneran las zonas en las que la grasa se introduce.

La plasticidad de la propia grasa facilita enormemente el trabajo de remodelación y corrección de las diferencias de forma y volumen. Porque la posibilidad de moldear la figura, gracias a la maleabilidad y consistencia de la grasa, permite prácticamente que podamos esculpir las zonas deseadas. Tratando con efectividad las irregularidades o asimetrías.

Y, por supuesto, en el caso de valorarse positivamente la gluteoplastia con introducción de prótesis de gel cohesivo de silicona, ambas técnicas pueden combinarse. El lipofilling aquí será muy efectivo para rellenar las zonas que necesiten algo más de volumen y, sobre todo, servirá para remodelar los contornos.

¿Tienes más dudas sobre el aumento de glúteos con o sin grasa autóloga? ¿Quieres más información sobre las posibilidades del lipofilling? ¡No lo aplaces más y contáctanos! Cada caso siempre es único y específico: una valoración por parte de la Doctora Castro es de vital importancia para acertar en el diagnóstico y dar con el tratamiento estético a tu medida.