Las cicatrices son algo que muchos pacientes temen cuando tienen que someterse a una cirugía. Esta es una preocupación común y completamente comprensible pues arremete directamente contra nuestra estética corporal, sin embargo, en la mayoría de los casos, es un miedo más fundado que realista pues las cicatrices, por regla general, evolucionan muy bien y terminan siendo muy poco perceptibles.

Si bien la mayoría de las cicatrizaciones se realizan de manera adecuada y no son objeto de grandes problemas estéticos, también existen casos especiales. Situaciones en las cuales la evolución de la cicatrización no es buena y genera una forma muy visible que puede llegar incluso a afectar la confianza de la persona que la padece. Una de estas formas anómalas de cicatrización y de las más preocupantes se la conoce como cicatriz queloide.

En este post trataremos los siguientes temas

¿Qué son las cicatrices queloides?

Las cicatrices queloides representan uno de los mayores problemas de cicatrización conocidos. Se trata de marcas en la piel que se producen en el proceso de desarrollo y cura de la cicatriz. Su característica principal es su forma pues, alejadas de la forma convencional blanquecina que todos conocemos, se perciben como una forma más ancha y alargada que la incisión originaria, dando lugar a un tejido grueso, abultado y enrojecido.

Se trata pues de un tipo de cicatriz enormemente visible y que principalmente puede desarrollarse en zonas como el esternón y la parte alta del pecho, el hombro, la espalda, el lóbulo de la oreja y la cara. 

Principales señales de las cicatrices queloides

No debemos confundir las cicatrices queloides con los primeros procesos de cicatrización de una herida (presentando un pequeño enrojecimiento e hinchazón). Este tipo de cicatrices producen señales muy concretas y fácilmente identificables:

  • Tienen un desarrollo y aumento de tamaño lento y progresivo
  • Presentan una mayor densidad y tamaño que la incisión o herida inicial
  • Empiezan siendo de color rosáceo o violeta, para ir oscureciéndose después
  • Presentan una textura diferente que la piel de alrededor, pudiendo ser suaves o duras
  • Pueden causar dolor, picor y sensibilidad en la zona

¿Cuáles son las causas de las cicatrices queloides? ¿Por qué se forma la cicatriz queloide?

La causa que produce la excesiva segregación de hormona de crecimiento que origina la aparición de la cicatriz queloide no está del todo clara. Algunos estudios sostienen que tiene una prevalencia genética o hereditaria y que incluso se origina derivado de un gen que está asociado al pigmento de la piel oscura. Sin embargo, como decimos, no existe una razón concreta que a día de hoy explique su aparición. Lo que sí que podemos asegurar es que solo se puede producir ante un daño en la piel como incisiones, quemaduras, heridas punzantes, perforaciones, tatuajes, etc.

¿Se puede evitar la aparición de una cicatriz queloide?

Es posible prevenir la formación de un queloide si se toman medidas para proteger la piel después de que esta se haya dañado. Es importante destacar que estos cuidados serán mucho más importantes si ya antes hemos sufrido de este tipo de cicatrización pues implicará mayor predisposición a una nueva cicatrización similar. Dicho esto, ¿qué podemos hacer para prevenir los queloides?

Para prevenir la aparición de nuevas cicatrices queloides será necesario utilizar productos que ayuden a una mejor cicatrización de la zona. Estos pueden ser lociones o cremas preparadas con corticoides, silicona o vitamina E. Lo más recomendable es consultar con el médico las mejores opciones a usar y aplicar el tratamiento indicado por el mismo para mayor seguridad.

Si ya existe una cicatriz queloide ¿Qué se puede hacer para eliminarla?

Se dispone de muchas modalidades de tratamiento, por lo que no hay una sola forma que resulte definitiva ni eficaz para todas las personas.

El manejo habitual en consulta de las cicatrices queloides se realiza mediante la aplicación de apósitos oclusivos de silicona, corticoides (tópicos o inyectados en la lesión), crioterapia (nitrógeno líquido), la inyección local de fármacos antiproliferativos (frenan la replicación celular), los dispositivos láser o una combinación de ellos. En función del tipo y número de queloides, de su localización y de las molestias que ocasiona, se opta por una u otra modalidad de tratamiento, siempre personalizada para cada paciente.

Como hemos señalado, el método a aplicar debe ser personalizado y ajustado a las necesidades médicas concretas de los diferentes pacientes; por lo tanto, debe de estar pautado y supervisado por un especialista médico.

En nuestra Clínica de Cirugía Plástica Castro Veiga contamos con el revolucionario láser Urgotouch que aplicamos en la misma cirugía, justo después de la sutura para mejorar el proceso de cicatrización y obtener cicatrices menos visibles y más estéticas.

¡Esperamos haberte podido ayudar con la información que te hemos compartido! Recuerda que las cicatrices queloides no son lo común a la hora de cicatrizar una herida y que, con el cuidado adecuado, es muy posible que no tengas ningún problema a la hora de recuperarte de una cirugía o una lesión en la piel. Si necesitas ayuda o más información, no dudes en consultarnos ¡Estaremos encantadas de atenderte!