Hoy en día, las prótesis mamarias se fabrican con la intención de que puedan durar toda la vida. Pero una cosa muy diferente es afirmar que determinada marca de implantes mamarios nos garantiza que jamás tendremos que volver a pasar por quirófano. Eso sería faltar a la verdad. Y nunca debemos fiarnos de nadie que nos garantice una prótesis mamaria que dure ‘para siempre’.

Aunque las prótesis mamarias (hablamos siempre de las que usamos los profesionales) cuentan con una tecnología de fabricación sumamente avanzada, y los materiales son de una gran calidad, no podemos perder de vista que su cambio puede ser necesario.

¿De qué depende que tengamos que cambiar nuestra prótesis? ¿Los implantes mamarios ‘envejecen’? ¿Qué problemas pueden surgir que nos obliguen a renovarlos? Es importante ser conscientes de la realidad y entender todas las implicaciones de un aumento de senos con implantes. ¡Pero nunca entrar en pánico! Si estamos en manos de profesionales de la cirugía plástica podemos estar tranquilas.

A continuación resolvemos las preguntas más frecuentes sobre el recambio de prótesis mamarias. ¿Nos acompañas?

En este post trataremos los siguientes temas

¿Puedo cambiar mis prótesis mamarias porque no estoy satisfecha con su tamaño actual?

Hay pacientes que acuden a consulta porque, a día de hoy, no están contentas con una intervención a la que se sometieron en el pasado. Bien porque en su momento fueron demasiado ‘precavidas’ a la hora de elegir el tamaño y ahora piensan que se verían mejor con unas mamas de mayor proyección, o bien por el caso contrario: porque en su momento quisieron lucir un pecho muy llamativo y ahora prefieren unos senos más modestos y equilibrados.

Ambas posibilidades son factibles y requieren un recambio en las prótesis. Lo más habitual suele ser que las pacientes nos pidan una sustitución por prótesis más pequeñas. Esta intervención puede requerir también una mamoplastia de reducción, extirpando el tejido sobrante antes de darle a la mama su nueva forma.

Si además las mamas presentan descolgamiento porque el implante era muy grande y ha terminado por dar de sí los tejidos que lo sostienen, deberíamos plantear también una mastopexia o lifting mamario.

Ciertamente puede ocurrir que tu operación se haya producido recientemente y que no estés nada satisfecha con el resultado. Lo recomendable es esperar al menos seis meses desde tu cirugía anterior, para que puedas valorar tus nuevos senos al 100% y decidir si realmente quieres modificarlos: en ese momento la hinchazón postoperatoria ya se habrá ido y tendrás una idea realista del resultado final.

¿Las prótesis mamarias envejecen?

Sí, los años pasan por las prótesis al igual que lo hacen por nosotros mismos. Pero ello no quiere decir que inevitablemente tengan que dar problemas. Esto depende de cada paciente y su caso particular. Por ello, nunca nos cansamos de recordaros que es fundamental que no olvidéis vuestras revisiones anuales: lo recomendable es realizar una prueba de imagen anual.

En el inconsciente colectivo parece que se ha quedado la idea de que las prótesis solamente duran unos diez años. Y eso no es cierto. Hay pacientes que, pasado el mismo tiempo desde su intervención, llevando la misma marca de prótesis con el mismo tamaño y habiendo sido intervenidas por el mismo cirujano, requieren un recambio debido a algún problema (una rotura o una fuga por ejemplo); y otras que en absoluto.

¿La prótesis mamarias puede romperse?

Como aclarábamos en el apartado anterior, todo esto depende en última instancia del caso particular de cada paciente. Cuando un implante presenta una rotura, su solución es necesariamente quirúrgica: lo extraemos e introducimos uno nuevo en sustitución.

Sin embargo, no hay necesidad de alarmarse ni realizar una cirugía de urgencia. La rotura no conlleva ningún peligro inminente para la salud del paciente, porque los implantes de calidad (los que utilizamos en nuestra clínica desde luego) están rellenos de un gel cohesivo de silicona, que permite que en caso de rotura la sustancia que lo compone no termine esparciéndose o propagándose por el organismo.

Para mayor tranquilidad podemos confirmarte que, en la clínica Castro Veiga, los implantes con los que trabajamos tienen una garantía de por vida contra rotura y de rechazo por 10 años: la marca se haría responsable del coste del implante en la gran mayoría de los casos.

¿Qué pasa si hay una contractura capsular?

Tenemos que pensar que un implante es un ‘cuerpo extraño’ que introducimos en nuestro cuerpo, de modo que la reacción natural de éste será generar una cápsula que lo englobe, a modo de protección. La cicatrización (fibroblastos y colágeno) que se produce alrededor de las prótesis mamarias se conoce como “cápsula periprotésica”, y forma parte del proceso normal y esperado.

El problema surge cuando se produce un endurecimiento de esa cicatriz que rodea el implante y se contractura: se hace más gruesa, se endurece y se hace más pequeña, estrechando el implante. Esto lo que produce es que el implante se redondee y sea más visible; desnaturalizando la forma de la mama. Provocando, además, dolor en la paciente.

Esto no quiere decir, en ningún caso, que la paciente sufra algún tipo de ‘rechazo’ y no pueda volver a usar implantes. En absoluto. Este problema se soluciona simplemente recambiando la prótesis, eliminando las cápsulas contracturadas y siendo muy exhaustivos con las medidas de asepsia para evitar otra futura contractura capsular.

Si quieres saber más sobre contractura capsular aquí tienes un artículo muy completo al respecto.

¿No estás segura de si deberías recambiar tus prótesis mamarias? ¿Crees que podrías tener una contractura capsular? ¿No te gusta el tamaño de tus pechos y quieres modificarlo? ¡Contáctanos! La Dra. Castro Veiga valorará tu caso de forma totalmente personalizada.