La aparición del cáncer de mama es un momento muy duro en la vida de una mujer. Implica enfrentarse a una patología que puede ser mortal si no se detecta a tiempo y además un posterior tratamiento duro que puede, en las últimas consecuencias, implicar lo que conocemos como mastectomía o extirpación parcial o total de la mama.

En este post trataremos los siguientes temas

¿Qué es una mastectomía?

La mastectomía la entendemos como el procedimiento quirúrgico encargado de eliminar el cáncer de mama a través de la eliminación del tejido mamario en el que este mismo está presente. Implica por tanto extirpar toda o parte de la mama en el que se encuentra localizado el cáncer, eliminándolo de raíz y permitiendo frenar su acción a través de métodos quirúrgicos.

Es importante destacar que lo más importante para enfrentarse a este tipo de cáncer es la prevención. Por ello se debe tener un especial cuidado haciendo análisis periódicos en consulta médica para descartar cualquier tipo de tumor o células cancerígenas; poniendo especial hincapié en las personas que pueden tener un alto riesgo de padecerlo, ya sea por prevalencia genética o porque familiares cercanos también han tenido esta patología. De hecho, muchas de estas mujeres, se someten a lo que conocemos como “mastectomía preventiva” para prevenir el cáncer en lugar de para tratarlo.

Tipos de mastectomía que se pueden realizar

Dentro de la mastectomía podemos distinguir los siguientes tipos principales según la forma de abordar la cirugía y la cantidad de tejido a extraer:

Mastectomía total

En este tipo de mastectomía el cirujano elimina toda la mama, incluyendo el pezón, la areola y la piel. Además, dependiendo de la situación, puede que sea necesario extraer algunos ganglios linfáticos de la axila.

Mastectomía con conservación de piel

En este procedimiento, se deja intacta la mayor parte de la piel sobre el seno. Se extirpa solamente el tejido mamario, el pezón y la areola.

Muchas mujeres prefieren este tipo de  mastectomía ya que ofrece la ventaja de dejar menos tejido cicatricial y un seno reconstruido con una apariencia más natural. Sin embargo, puede que no sea apropiada para tumores más grandes o para aquellos que están cerca de la superficie de la piel.

Mastectomía con conservación del pezón

Esta operación podemos considerarla una variante de la mastectomía anterior. En este procedimiento el tejido del seno se extirpa, pero la piel y el pezón del seno se dejan en su lugar.

Se trata de una opción más frecuente en mujeres que padecen un cáncer pequeño en etapa temprana cerca de la parte externa del seno, sin ningún signo de cáncer en la piel o cerca del pezón.

Mastectomía radical

Este tipo de mastectomía es ya muy infrecuente y en muy pocas ocasiones se aplica en la actualidad. En esta intervención el cirujano extirpa todo el seno, los ganglios linfáticos axilares y los músculos pectorales que se encuentran debajo del seno. Es la mastectomía “más agresiva”.

Mastectomía doble

En esta ocasión hace referencia a la extirpación de ambos senos. Este tipo de cirugía suele ser frecuente como cirugía de reducción de riesgo en las mujeres con un riesgo muy alto de padecer cáncer de seno. Podríamos decir que entra en la categoría de cirugía preventiva y no de tratamiento.

La mayoría de estas mastectomías son mastectomías totales, pero algunas podrían preservar el pezón.

Resultado esperable tras la intervención de mastectomía

El resultado de la cirugía, como has podido comprobar en el apartado anterior, dependerá del tipo de mastectomía que se haya tenido que realizar y según la extensión y características del cáncer al que nos enfrentamos.

En algunas ocasiones será necesario extirpar toda la mama, en otras solo una parte. Lo que sí podemos decir es que el resultado, si no se añade una operación de reconstrucción mamaria posterior, puede ser una situación complicada para la paciente, ya que percibe la asimetría entre las dos mamas y la pérdida de una parte importante de su feminidad.

Reconstrucción mamaria: una parte esencial para la recuperación estética de la mama

La mastectomía y la reconstrucción mamaria son dos cirugías que generalmente están asociadas. Esto se debe a que la mastectomía trata la parte médica y de eliminación del cáncer, mientras que la reconstrucción mamaria trata la parte estética posterior a la mastectomía. Podemos decir que ambos procedimientos son esenciales, pues uno se enfoca en la salud y la otra en la repercusión positiva emocional.

Para un mayor entendimiento, la reconstrucción mamaria es la cirugía encargada de reconstruir la forma y tamaño del seno que ha sido extirpado, buscando la simetría y apariencia más idéntica posible a la otra mama que no ha sido partícipe de la mastectomía. Es una intervención  que se puede realizar en el mismo acto quirúrgico de la mastectomía o de una forma independiente, semanas, meses o años después. La primera opción sería lo que se denomina reconstrucción inmediata y la segunda reconstrucción diferida. Ambas opciones alcanzan unos resultados satisfactorios, aunque la reconstrucción diferida, habiendo concluido el tratamiento de radioterapia y quimioterapia es probablemente la que mejor previsión de resultado le ofrece al cirujano plástico y a la paciente.

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