La Doctora Castro Veiga nos habla del rejuvenecimiento facial, en la entrevista de radio del programa «Pasaba por aquí»

  • Y también nos arregláis la cara.
    Por supuesto, que es lo que más se ve. Es la gran tarjeta de visita del cirujano plástico.

 

  • ¿Qué se puede hacer en una cara como la mía?
    Bueno primero hay que tener la necesidad, que yo creo que tu no la tienes. La necesidad no parte de lo que el cirujano crea que se pueda hacer, sino de lo que el paciente crea en su interior, que necesita para verse bien. Y creo que en esto hay que ser muy estricto, porque lo que tu sugieras va a dar muchos problemas y lo que el paciente te plantee, bien hecho, le va a dar muchas satisfacciones. ¿Qué podemos arreglar? Pues las orejas cuando están despegadas, la nariz cuando tiene una malformación, muchas veces postraumática, otras veces asociada a una insuficiencia o una incompetencia de respiración, por una desviación de tabique o simplemente una malformación del hueso, de la nariz o de la punta que puede presentar asimetrías. Podemos reparar los procesos de envejecimiento que suelen llevar asociados, descolgamiento de los tejidos, cuerdas o bandas platismales en el cuello y esto se resuelve haciendo líftines faciales. Podemos resolver todos lo problemas del contorno periocular, tanto los párpados como las bolsas, el exceso de piel. Podemos además tratar la cara con materiales de relleno y con la misma grasa de la que hablábamos antes, que utilizamos como el mejor material de relleno que tenemos ahora mismo.

 

  • Material de relleno. Es decir, igual que es muy común tener que retirar material graso de las cartucheras, de las caderas, del vientre, de las nalgas, puede hacer falta en otras partes del cuerpo, por ejemplo, en la cara.
    El proceso de envejecimiento en la cara empieza porque se van vaciando los volúmenes. Lo primero que hace el cuerpo cuando envejece no es descolgarse, sino vaciarse. Se nota que hay una disminución del volumen a nivel de la zona medial del rostro, a nivel de los pómulos, las mejillas se van hundiendo y esta falta de volumen va a hacer que la piel se vaya descolgando por falta de soporte. En los casos en que está empezando a envejecer y que todavía tenemos los tejidos más o menos bien posicionados, reponiendo estos volúmenes vamos a conseguir una mejoría espectacular, sin ningún tipo de cicatriz y con el resultado más natural posible, porque es devolverle a la cara, la grasa que ha ido perdiendo. Y muchas veces cuando el envejecimiento ya es más avanzado, lo asociamos como forma de mejorar un tercio central de la cara en los procesos de lifting quirúrgico. Es decir, elevamos las partes laterales, y el cuello y rellenamos o posicionamos los volúmenes en las zonas más mediales a nivel de pómulos, de surcos nasogenianos o de mejillas. Es una material maravilloso que no solo nos va a dar un relleno, sino que ese relleno es vivo, es un injerto de grasa, de células adiposas, que va a mantener el volumen siempre que los tengamos bien alimentados, que va a integrarse perfectamente en el organismo, porque no es un material externo a nosotros, no se va a absorber, no se va a rechazar y no se pierde. Si adelgazas disminuye de volumen, si engordas vuelve exactamente igual que el resto de la grasa que tengamos en el cuerpo. Pero además, nos produce un rejuvenecimiento a nivel de los tejidos donde lo inyectamos, por el mismo poder que tienen las células madre, en esa grasa. Se ve una regeneración de esa piel y se ve muchas mejoras a nivel de las cicatrices, cuando lo utilizamos para rellenar cicatrices hundidas. Es un material que ahora mismo estamos utilizando prácticamente asociado a casi todas las cirugías y que nos dan unos resultados magníficos.

 

  • A mi lo que me llama la atención, no se si me lo invento, porque yo estoy como una cabra, pero cuando veo a señoras, no se, de 50 para arriba en la tele, las famosas, a mi me parece que tienen todas la misma cara.
    Sí, a mi también me llama la atención negativamente, la verdad. Yo creo que también hay que saber envejecer y el cirujano también tiene que saber poner el freno. Los pacientes siempre piden más, quieren hacerse cosas un poco agresivas. Relléneme usted la cara porque se me está descolgando. Pero el problema es que además se te está descolgando, por rellenarlo no va a levantarse. Te voy a convertir en un globo hinchado, deformado y te parecerás efectivamente a todas las que te rodean. Eso no es natural, es mejor aceptar cierto grado de envejecimiento o someterte a unos procesos que necesitas, que a lo mejor son más agresivos de lo que tu estás demandando.

 

  • Someterte a los procesos que necesitas, que no son probablemente los mismos que tu le pides a la doctora, en este caso.
    Sí, o sea, muchos pacientes vienen con un grado de envejecimiento que ya necesitan un lifting, o sea,  ya necesitan que todo ese tejido que se haya descolgado, hay que reposicionarlo, hay que tirar hacia arriba, suturarlo, inmovilizarlo, para devolver otra vez el arco a la mandíbula, las mejillas a su sitio y pretender pasarse un proceso quirúrgico que les da miedo y que se les haga algo que ellos consideran más inocuo como, rellénenme toda esta zona, a ver si a base de rellenar va subiendo para arriba. Pues no, no va subiendo para arriba, vamos a darle más peso y probablemente vaya a ir hacia abajo. O sea, podemos hacer cierto rellenos en las fases iniciales del envejecimiento, más adelante habrá que plantear que habrá que hacer otras cosas quirúrgicas, más agresivas o aceptar que no podemos mejorar tanto, porque yo también entiendo que una paciente me diga, oye esto que me está proponiendo no me lo voy a hacer. Soy la primera en respetarlo, e incluso en aplaudirlo en algunas ocasiones. Pero entonces entienda que lo que me está pidiendo no lo vamos a conseguir por más que yo le meta mililitros de ácido hialurónico ahí. Mejoraremos un poquito el aspecto general, tendrá mejor cara, pero le voy a hinchar para que esto se tense.

 

  • ¿Acido hialurónico?
    Otro de los materiales de relleno, en este caso fabricado por el hombre, pero que nos da también mejores resultados. En este caso se puede poner ambulatoriamente, no hace falta hacer una liposucción previa, con lo cual no hay ninguna intervención, ni pequeña, ni grande. Simplemente utilizamos una sustancia de relleno, que el organismo entiende como propia, porque es similar al ácido hialurónico que tenemos en los tejidos, que va a rellenar zonas que han perdido el volumen con el paso del tiempo. Que va a hidratar las zonas en las que lo colocamos, porque tiene gran poder de absorber y retener el agua y nos va a devolver un aspecto más lozano, más fresco, más relajado, en los caso en los que está indicado.

 

  • Supongo que eso tendrá que ver mucho con la leyenda, que rodea tanto, a menudo a la ciencia, en concreto a la ciencia que tu practicas, pero se habla mucho de los hilos de oro. Que te meten unos hilos por la cara y que estiran por aquí y estiran por allá y eso como que se estira todo ¿eso es leyenda claro?
    Bueno no, en realidad, es realidad. No es leyenda, pero si que está mal entendido. La gente oye campanas y no sabe muy bien de donde. Los hilos de oro existieron, en su momento, hace muchos años que dejaron de ponerse porque el oro es un material que da muchas reacciones alérgicas y muchos pacientes eran intolerantes. Durante muchos años estos hilos desaparecieron y volvieron reinventados o renovados en forma de hilos de materiales absorbibles similar al material quirúrgico que se usa en muchas cirugías y que están dotados a lo largo del hilo, de unas pequeñas espículas, que una vez insertados debajo de la piel con una aguja, con una cánula, tienen como pinchitos, que se quedan enganchados por la parte profunda de la piel. De tal  manera que cuando traccionamos recién colocados un poquito hacia arriba, tensan ligeramente los tejidos e insisto en lo de ligeramente los tejidos, porque esto, volvemos a lo mismo, sirven para tejidos que están empezando a tener un grado de flacidez y que todavía no son subsidiarios de una realización de un lifting, que sería el proceso si el tejido ya se ha descolgado mucho.No podemos levantar una cara totalmente descolgada, a base de tirar de un hilo que además no tiene tanta resistencia y nos arrugaría enormemente la cara si lo traccionásemos hacia arriba, con un exceso de piel grande.

 

  • Cuando la cosa todavía no ha avanzado muchísimo, si que es una solución.
    Es una solución para esos pacientes en esa edad en la que yo me encuentro, en la edad medida de la vida, que somos todavía jóvenes mayores, pero no demasiado.

 

  • ¿Qué edad tienes doctora?
    45 años tengo. Entonces pacientes pues en este entorno, entre los treinta y muchos y los cuarenta bastantes, que a lo mejor no necesitan más cosas, que con alguna hidratación de la piel, con algún relleno en zonas donde haya algo de arruga un poco más profunda y algunos hilos, que los hilos además actúan en el soporte, de tal manera que el tejido forma colágeno alrededor y va a mejorar también la atracción de esos tejidos. Pues pueden ir pasando los años, los hilos ya no son absorbibles, son materiales como antes como el oro, que eran materiales definitivos, sino que duran unos meses y al cabo de esos meses se valora la necesidad de volver a ponerlos o cuando pasa el tiempo de hacer otro tipo de intervenciones.

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